En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales y sociales, la sostenibilidad ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad imperativa, incluso para las pequeñas y medianas empresas. Adoptar prácticas sostenibles no solo es un compromiso con el planeta, sino una estrategia empresarial inteligente que aporta múltiples beneficios y garantiza su crecimiento a largo plazo.
No hay que olvidar que, en la actualidad, los consumidores son cada vez más conscientes del impacto que sus decisiones de compra tienen en el planeta y en la sociedad y buscan, de manera muy activa, productos y servicios de empresas que demuestren un compromiso genuino con la sostenibilidad y la economía circular. Al adoptar este enfoque, las pymes no solo cumplen con las expectativas de los consumidores, sino que también abren nuevas oportunidades de crecimiento y fortalecen su relación con los clientes.
Además, implementar medidas sostenibles, como la eficiencia energética, la gestión responsable de residuos y la optimización de la cadena de suministro, puede generar ahorros significativos a largo plazo y les permite acceder a nuevos mercados.
La percepción de las pymes
Pero ¿son conscientes las pymes de estos beneficios? Según un estudio de CEPYME, las pequeñas y medianas empresas españolas muestran un creciente interés en la sostenibilidad. Un dato revelador es que el 75 % de las pymes considera que invertir en prácticas sostenibles le reportará beneficios a largo plazo, algo que evidencia una clara tendencia hacia la adopción de modelos de negocio más responsables y respetuosos con el medio ambiente.
El 75 % de las pymes considera que invertir en prácticas sostenibles le reportará beneficios a largo plazo
El principal motivo es la mejora de su reputación (58 %), ya que los consumidores y otros grupos de interés demandan cada vez más productos y servicios sostenibles. Además de una mejor imagen, las pymes identifican otras ventajas como un mayor acceso a contrataciones públicas y grandes clientes (30 %), o las nuevas oportunidades de negocio (27 %).
No obstante, la percepción de que beneficios como la reducción de costes (7 %), el acceso a mejores condiciones de financiación (8 %), el aumento de la cuota de mercado (10 %) y la mayor retención de talento (13 %) son menos importantes sugiere que las pymes requieren mayor apoyo y orientación para comprender cómo la sostenibilidad puede generar valor económico.
Cómo implementar una estrategia de sostenibilidad
A pesar de los beneficios, las pymes a menudo enfrentan desafíos significativos al intentar implementar una estrategia de sostenibilidad. La falta de recursos financieros y humanos, la complejidad de la normativa ambiental, y la dificultad de medir el retorno de la inversión en sostenibilidad son obstáculos comunes.
Una evaluación detallada de los impactos ambientales es el primer paso para superar estas barreras. Al identificar los puntos críticos, pueden establecer objetivos claros y cuantificables. Medidas como la eficiencia energética, la gestión de residuos y la promoción del transporte sostenible, junto con la colaboración con proveedores responsables, son fundamentales. El uso de tecnologías digitales y herramientas de gestión ambiental puede simplificar estos procesos. De esta manera, las pymes pueden avanzar de forma efectiva hacia una mayor sostenibilidad.