La falta de profesionales expertos en las plantillas, la complejidad tecnológica y los presupuestos ajustados se tornan en las principales razones por las que las empresas apuestan por confiar el diseño, la gestión y el mantenimiento de sus sistemas tecnológicos a compañías, expertas y externas, que se convierten en sus socios de confianza.
En España, el 98,9 % del tejido empresarial lo conforman pequeñas y medianas empresas que se constituyen en las perfectas usuarias de este tipo de servicios ya que las permiten mejorar su rentabilidad, al optimizar la utilización de sus recursos, que se centran en el desarrollo de su negocio, con una reducción de sus gastos. A través de una tarifa mensual, predecible, las pymes dejan en manos de un distribuidor o de un integrador la gestión de su infraestructura y de sus aplicaciones.
Perfil de un proveedor de servicios
Las oportunidades que se abren para el canal son enormes. Sin embargo, ofrecer estos servicios requiere de los distribuidores unas habilidades que van más allá de la reventa de un producto. Lo primero, vital, son las habilidades técnicas de sus equipos en un panorama multidisciplinar que integra diferentes entornos tecnológicos.
Desplegar un servicio gestionado exige contar con una infraestructura que incluye tanto los sistemas de hardware como las herramientas de software necesarias para monitorizarlos y gestionarlos. Además, el partner debe diseñar un modelo de pago, con la periodicidad que determine el cliente, con unos costes fijos, y con una capacidad escalable para que, a medida que el cliente vaya requiriendo más funcionalidades, el servicio pueda escalar.
Al tratarse, por tanto, de un modelo diferente al tradicional de reventa de soluciones, exige a los equipos de los partners una actualización permanente. La formación, por tanto, es esencial para contar con las habilidades necesarias para ofrecer un buen servicio.
Además de contar con unos ingresos recurrentes, mes a mes, los partners desarrollan con sus clientes una relación que les permite asegurarse su fidelización: además de la gestión y el mantenimiento, se convierten en consultores y prescriptores de la tecnología que necesitan.
Entornos del puesto de trabajo
El entorno del puesto de trabajo es crítico para las compañías. La consolidación de los modelos híbridos abre numerosas oportunidades al ecosistema de partners en la gestión de los dispositivos, lo que incluye su configuración, mantenimiento, soporte, supervisión proactiva y recomendaciones para mejorar la flota; unos modelos en los que aplican las fórmulas del dispositivo como servicio (DaaS).
Un modelo híbrido que ha elevado la importancia de los entornos colaborativos, con soluciones que aseguren las comunicaciones y una excelente experiencia del empleado.
No hay que olvidar la ciberseguridad. Cualquier empresa, grande, mediana o pequeña, es objetivo de los cibercriminales, lo que exige al partner que quiera convertirse en un proveedor de servicios, la aplicación de soluciones especializadas que permitan la monitorización y la detección de amenazas.
La gestión de la impresión y del flujo del documento también son áreas de oportunidad. El partner puede integrar en su oferta servicios de impresión gestionados (MPS) que incluyen soluciones de software, bajo un modelo de suscripción, que permita a los empleados imprimir desde cualquier lugar, asegurando la confidencialidad y una correcta gestión de credenciales.